Que alguien me confirme, por favor, que lo de este fin de semana en el Strike Pool fue realidad, porque sigo pensando que lo soñamos.
Cuando el viernes tarde entré en la sala se me puso la piel de gallina. Yo no recordaba un ambiente de pool como ese. Nunca antes vi a tanto billarista feliz, ilusionado, entusiasmado por la competición que nos venía encima.
Creo que más que demostrar nada a nadie, nos dimos una lección a nosotros mismos.
Tú y yo sabemos que en muchos campeonatos hay intereses personales de por medio, disputas, egoísmos y ganas de ganar el premio en metálico. Sea como sea.
Pero nada de eso hubo este fin de semana. Todo lo contrario: compañerismo, nobleza, humildad, amistad. Lo que nunca deberíamos haber perdido.
La Liga Nacional de Pool no reparte ni un euro en premios, y ese es para mí el gran qué de esta competición.
Nos han tachado mil veces de peseteros, de competir solo si hay opciones de recuperar la inversión, de ser la modalidad de billar más buscavidas. Y eran, en parte, críticas razonables.
Pero está claro que hay un montón de pooleros, los que participan en la LNP y muchos más que participaran el año que viene, que juegan a esto porque lo aman, porque disfrutan como niños pequeños, porque lo necesitan.
Jugar por equipos es algo muy especial. Y más si es al estilo Mosconi Cup, con partidos individuales, parejas escocesas y también encuentros de 4 contra 4. Marc, Luis, Jonatan, Emili: disfruté como un enano peleando los partidos con vosotros.
Un formato así da mucho juego y es, sin duda, una de las claves del éxito de la LNP. Como exitosa fue la acogida que nos brindó el Strike Pool Terrassa, hoy por hoy uno de los mejores clubes de España, sino el mejor. Sin el fantástico club de la familia Codina, este blog hoy no existiría.
Tampoco existiría la LNP de no ser por el paso al frente que dieron los jugadores que la impulsan. La familia Expósito, Sergio Lagunas y todo el equipo que tienen detrás, incluidos los patrocinadores (Ecotisa,Kelme, Procues, ShootersPool, PRP) son quienes apostaron por esta competición y se esforzaron por parirla como Dios manda.
Cuando los organizadores son los propios jugadores, todo sale más fácil. Porque saben qué necesitamos, cómo tratarnos y cómo vestirnos. Otro gran logro de este torneo es la indumentaria oficial que la organización proporcionó a cada equipo: polos y chaquetas, unas más coloridas que otras, eh amigos del Madison 🙂
Lo que escribo en estas líneas es mi opinión pero estoy seguro que muchos de vosotros compartís las mismas impresiones. El sábado pudimos intercambiar opiniones y de todos recibí la misma respuesta: hacía tiempo que no vivíamos un torneo tan especial.
Fue especial también por la presencia de dos fenómenos, Francisco Sánchez y David Alcaide, que hicieron un hueco en su agenda de compromisos internacionales para no perderse la cita y aportar su granito de arena. Me consta que lo hicieron encantados, con la misma ilusión de jugar un Eurotour, y eso dice mucho de la persona que hay detrás del billarista profesional.
Espero que tardemos mucho tiempo en despertarnos de este sueño llamado Liga Nacional de Pool.