Ernesto Díaz: “Respeto todas las modalidades de billar”

A Ernesto Díaz (Las Palmas, 1972) le gusta demasiado el billar como para quedarse sólo con una modalidad. Así que las practica todas desde hace más de 20 años. Y con buen nivel. Es el único billarista español (y probablemente europeo) que está acreditado como jugador de primera en Snooker, Carambola y Pool por la RFEB. En esta entrevista Díaz nos cuenta cuándo empezó todo, cómo ha conseguido dominar tres juegos bien distintos y porqué después de 25 años disfruta como un niño cada vez que monta el taco.

¿A qué jugaste primero?

Al pool inglés (blackball) cuando tenía 17 años. Tras jugar un tiempo me aburrí y pasé a las tres bandas. Llegué a división de honor pero como en Canarias la modalidad de carambola no tenía mucha salida, empecé a jugar al pool.

¿Y el snooker?

El snooker, en Inglaterra. Viví cinco años allí, donde aprendí a jugar. Sin duda, es el billar más difícil que existe por las dimensiones de la mesa. Cualquier modalidad la pasas a tamaño snooker y el nivel baja muchísimo.

¿Cuál fue la transición que más te costó?

Aprendí rápido el billar americano porque ya venía de las carambolas y si las dominas tienes un buen ataque y un correcto punto de bola. Lo que me costó más fue el paso a Snooker. En otras modalidades estás acostumbrado a fallar menos y cuando empiezas en la mesa de 12 pies es todo lo contrario. Tienes que adaptar tu estado mental al fallo.

Técnica o cabeza, ¿qué es más importante para jugar bien a cualquier billar?

La técnica es importante, pero es la parte más fácil de aprender a base de muchas rutinas y de educar el brazo. Pero muchos jugadores no crecen por el aspecto mental. Saber cómo gestionar tus emociones cuando fallas es esencial. Cuando cometes un error, por muy tonto que sea, tienes que olvidarte, apagar la mente y volver a encenderla. No darle tanta importancia a los fallos, porque son parte del aprendizaje. Cuando consigues eso disfrutas del billar de verdad.

¿Qué tienen en común todas las modalidades?

La técnica. Pero hay que gestionarla de manera diferente. Hay pequeños matices. Por ejemplo uno no puede jugar a tres bandas con el puente abierto y, en cambio, en pool combinamos mano cerrada y abierta. Dependiendo de la modalidad de billar americano, también hay cambios en la secuencia de partidas.

¿Con qué modalidad te quedarías si sólo pudieras escoger una?

Con el pool y, en concreto, bola 10. Creo que es un juego divertido y muy completo, ya que reúne elementos típicos de la carambola, como el buen uso de las bandas. De hecho, es la modalidad con la que he obtenido mejores resultados: fui campeón de España en tercera categoría, octavo en un internacional (fui el primer español en conseguirlo) y llegué a ser el número 38 a nivel europeo.

Sin embargo, los últimos meses entrenas más las tres bandas.

Así es. Juego en el Círculo Mercantil de Las Palmas y allí solo hay mesas de carambola por lo que ahora solo juego a tres bandas.

¿También enseñas?

Sí, soy monitor. Dar clases me llena tanto como jugar. Pero en ocasiones me siento frustrado porque apenas hay jugadores y porque muchos no están preparados para aprender. No es un tema económico, es un tema de mentalidad. Mucha gente cree que puede aprender sola, entrenando por su cuenta, pero siempre necesitas alguien que te guíe. Cada modalidad tiene su manera de transmitirse.

¿Quién fue tu maestro?

En mi época empecé solo. No tuve a nadie que estuviera siempre encima, pero sí tuve un mentor en carambola: Sergio Lens. Era el único primera que teníamos aquí y tuve la suerte de poder jugar mucho con él.

Hay jugadores que son muy buenos en su modalidad pero pésimos en las demás, ¿qué deberían hacer?

Puedes ser muy bueno en pool y luego ser un paquete en lo demás. Pero el primer paso siempre ha de ser mostrarte respetuoso con el resto de juegos. Yo respeto profundamente todas las modalidades de billar, me fascinan por igual e intento entender las particularidades de cada una. Esa creo que es la clave para saber dominarlas todas.

¿Cuál es tu mayor sueño como billarista?

Seguir practicando lo que me gusta y enseñar. Tengo bastante paciencia para eso. Si me lo preguntaras cinco años atrás diría ser campéon, pero ahora no me motiva jugar torneos. Al no tener las expectativas que tenía cuando era joven, ahora disfruto más las cosas.

¿Entonces ahora tu motivación no es competir?

No, y soy más feliz que nunca. Después de 25 años estoy disfrutando como un niño. No sé lo que es coger cabreos. No hay expectativas. Cuando uno hace las cosas bien, llegan los resultados. Si corres todos los días una hora va a tener un resultado, aunque no lo quieras. Lo único que tienes que hacer es hacer las cosas bien. Las expectativas no te permiten rendir al máximo y nos frenan, nos ponen muros.

¿Cómo has logrado este equilibrio emocional?

Buena parte de culpa la tiene el libro El poder del ahora, de Eckhart Tolle. Te enseña a vivir el momento y es totalmente aplicable al billar.

Ojalá más billaristas sigan el ejemplo.

Ojalá. No hay partidas malas ni buenas. Todo lo que pasa es porque tiene que pasar, y hay que aceptarlo. Ahora mismo soy muy feliz porque con este enfoque la vida se ve muy diferente. Lo otro son decepciones. Lo otro es estar unas veces arriba y otras abajo, siempre sufriendo. Creo que es mejor mantenerse tranquilo, en el medio.

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