Cuarto y definitivo día de Mosconi Cup. Hoy se decidirá el 22º campeón. Con 9-6 en el marcador, los europeos están a sólo dos puntos de lograr la sexta consecutiva. Antes de conocer el desenlace, es buen momento para repasar porqué es tan especial este torneo y porqué se respira tanta tensión en los partidos. En la Mosconi Cup la presión se multiplica por 10. Y estos son los 10 factores clave.
Tú y cuatro más
Jugar en equipo siempre es más difícil que hacerlo sólo. No quieres defraudarles. No quieres que tu equipo pierda por un fallo tuyo. No quieres dejarle un tiro comprometido a tu compañero. Es una enorme responsabilidad que muchas veces condiciona los encuentros de esta competición.
El griterío
Una Mosconi Cup sin gritos ni cánticos no sería una Mosconi Cup. Ya estamos acostumbrados a esa locura antes y después de cada tiro. Los jugadores lo saben, pero aún así no es fácil gestionarlo. Hay billaristas que se sienten mejor con ese griterío, que lo necesitan para estar motivados. Pero para la mayoría es un hándicap complicado. Sin duda, afecta al nivel de concentración y provoca fallos.
30 segundos
El límite de 30 segundos por tiro es otro de los factores que dispara la presión en la Mosconi Cup. Los jugadores deben tomar decisiones muy rápido, muchas veces más rápido de lo habitual. Lógicamente eso les condiciona y les provoca errores. Tal vez entran la bola, pero se colocan mal. Y fallan la siguiente.
Un país a tus espaldas
Los cinco integrantes de Estados Unidos saben que detrás tienen a todo un país esperando y deseando la victoria. Para ellos no hay otro final posible. Y más sabiendo que acumulan una racha muy negativa. Eso es una carga enorme que deben soportar en cada partido. Igual ocurre con Europa, pero con un sentimiento patriótico más diluido porque representan a muchos países.
Troneras difíciles
Este año las troneras, más reducidas que de costumbre, han sido un factor clave. Hemos visto muchos más errores no forzados que en anteriores ediciones por el simple hecho de jugar en una mesa menos “tragona”. Cuando hay poco margen de fallo, cualquiera es vulnerable. Aunque seas el mejor jugador del mundo. Es bueno que así sea.
Si no arrancas bien estás muerto
La distancia corta de la Mosconi (partidos a 5 ganadas) es otro factor crucial que dispara la presión del jugador. Si no comienzas el encuentro bien, estás muerto. Necesitas un arranque poderoso para no tener que ir luego cuesta arriba. Hemos visto algunas remontadas épicas (de 2-4 a ganar el partido), pero en general quien empieza fuerte sale victorioso.
Rivalidad histórica
Es Estados Unidos contra Europa, una rivalidad histórica. No basta con ganar, hay que machacar y humillar al rival. De ahí esos gritos y celebraciones desproporcionadas. En la Mosconi Cup todo está permitido después de entrar el último 9: puedes subirte a la mesa, lanzar el taco o correr como un loco. Incluso antes de dar la mano al rival. De alguna forma hay que canalizar la tensión generada por esa enorme rivalidad. La foto de Niels Fiejen que encabeza este artículo lo dice todo: pura rabia.
Árbitro lapa
Me da la impresión que este año los árbitros a menudo se colocan demasiado cerca del jugador, lo cuál puede desconcentrarlos. Lo he visto varias veces en tiros conflictivos (cuando hay riesgo de tocar otra bola, cuando están pegadas, etc). Está bien que el árbitro se asegure de ver todo lo que pasa sobre la mesa, pero hasta cierto punto. Si no puede que presione en exceso al billarista, como ha ocurrido a veces en competiciones de Snooker.
Los resultados pesan
Los resultados en anteriores ediciones pesan más que nunca en la Mosconi Cup. Para Estados Unidos es una losa descomunal el haber perdido las últimas cinco ediciones de manera consecutiva. El equipo debe soportar la presión de no volver a perder un año más.
Millones de ojos en ti
Jugar en la Mosconi Cup significa que te verán millones de personas en todo el mundo, muchos más que en cualquier otro torneo de pool. Es una oportunidad única para los billaristas de esta modalidad. De hacerlo bien o mal esos cuatro días puede depender su futuro. Por eso la competición se convierte en una arma de doble filo.
Por todas estas razones estamos ante el torneo de Pool más grande y mediático del mundo. La Mosconi Cup no deja a nadie indiferente. Odias la competición o la amas, pero nunca te aburre. Como jugador es una prueba de fuego: te consagra o te hunde. Ahí es donde Matchroom marca la diferencia.
Imagen de portada de JP Parmentier