Sí, digo fallos típicos porque todos los hemos cometido alguna vez y los seguimos cometiendo. Los billaristas tropezamos con la misma bola una y otra vez. Hoy no hay un único billarconsejo sino diez mini recomendaciones para convertirte en un mejor billarista. Toma nota para no seguir cayendo en estos 10 errores frecuentes:
1. Querer jugar a la perfección
Queremos hacer un montón de series, no fallar ni una bola, sacar como Mike Dechaine y controlar la blanca como Messi controla el balón. Pues lo siento, pero tal nivel de perfección no existe. O no serás capaz de mantenerlo con regularidad. No fallar nunca es imposible. En vez de obligarte a jugar perfecto, busca tu nivel medio. ¿Cómo juegas normalmente? ¿Cuántas tacadas haces normalmente? Ahí está tu verdadero nivel. Ese debería ser tu objetivo. Y si lo sobrepasas en ciertos momentos, mejor que mejor.
2. No analizar los partidos
Hayan perdido o hayan ganado, la mayoría de billaristas no analizan el partido. Es decir, no se paran a pensar porqué han fallado, porqué han jugado tan bien o tan mal, qué pensamientos han tenido en cada momento o cuáles han sido las claves del encuentro. Te invito que a partir de ahora lo hagas, incluso con papel y boli. Solo así recordarás lo bueno para poder repetirlo y lo malo para corregirlo.
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3. Concentrarnos en la blanca y olvidar la bola objetivo
Otro fallo típico de primero de carrera billarística: poner toda la atención en dónde queremos que vaya la blanca y cero foco en la bola objetivo. Resultado: no la metemos. ¿Qué es más importante, entrar la bola o colocarte para la siguiente? Evidentemente, entrar la bola. Porque sin esa primera premisa la segunda no tiene ningún sentido. Así que procura poner la misma atención a ambas partes de la ecuación para que el resultado sea positivo. Asegura el tiro.
4. Arriesgar más de la cuenta
Estamos acostumbrados a jugar sin pararnos a pensar en el nivel de dificultad de cada tiro y en las opciones que tenemos de clavarlo o no. Por eso muchas veces fallamos. Los profesionales del billar cultivan el arte de jugar fácil y de arriesgarse lo mínimo. Es hora de hacer lo mismo. ¿Cómo? Jugando siempre con probabilidades en la cabeza. Si es muy poco probable que entre tal bola, no tiene sentido jugármela. Si es muy probable que caiga, adelante. Jugar fácil significa mover la blanca lo mínimo, golpearla en el centro, barrer la mesa y jugar suave.
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5. Crearnos falsas expectativas
Ernesto Díaz lo explicaba muy bien en la entrevista de ayer: “Las expectativas no nos permiten rendir al máximo y nos frenan, nos ponen muros”. La expectativa de ganar, de llegar a tal ronda, de jugar perfecto o de demostrar un buen nivel no te hace ningún favor. Te bloquea. En vez de eso, focaliza la atención en el trabajo que debes hacer para conseguir todo lo anterior. Cuando uno trabaja bien, los resultados llegan sin esperarlos.
6. Darnos por vencidos cuando vamos perdiendo 3-0
A menudo nos rendimos antes de hora. Si la cosa empieza mal, pensamos que ya no tiene arreglo. Y tiramos la toalla en el 3-0. Gestionar un marcador abultado es algo tremendamente complicado, pero hay que aprender a hacerlo. Piensa que hasta que no suena el pitido final, todo es posible. He visto un montón de remontadas de 5-0 a 5-6 y similares. Si Fran Sánchez hubiera tirado la toalla cuando perdía 5-1 en las semifinales de Bola 9, ahora no sería campeón de Europa. Siguió luchando y al final ganó 6-9.
7. Engañarnos a nosotros mismos poniendo excusas
Si te dedicas a poner excusas siempre que pierdes, nadie va a creerte. Te estarás engañando únicamente a ti mismo. Perdemos porque el rival jugó mejor o mereció más la victoria que nosotros. No hay más. Es hora de ser honesto con los demás y contigo mismo aceptando las derrotas y elogiando al contrincante.
8. Envidiar a los grandes jugadores
A muchos billaristas les duele ver cómo otros tienen éxito, ganan un montón de torneos, viven del billar, etc. Es triste, pero es así. Te invito a que transformes esa envidia en admiración. En vez de pensar: joder, ha vuelto a ganar. Piensa: que bien por él/ella, una nueva victoria. Si te alegras del éxito ajeno, los demás se alegrarán cuando tú lo alcances.
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9. Subestimar al rival
En cada torneo se pierden un montón de partidos por este motivo. Jugador A (a priori favorito) pierde contra Jugador B (apriori más flojo) porque el primero pensó des del principio que el encuentro ya estaba ganado, a diferencia del segundo, que lo dio todo. El A subestimó al rival, se creyó superior y al final obtuvo un correctivo por parte del B. Si quieres ser un billarista top, no subestimes a nadie, aunque tú jueges en primera y tu rival en tercera, juega como jugarías contra el más fuerte del campeonato.
10. Entrenar el brazo pero no quien lo dirige.
Y este fallo número 10 es en realidad el más importante porque desencadena muchos otros. Todos decimos que buena parte del éxito en el billar depende de la cabeza, ¿pero cuántos la entrenan? Muy pocos. Nos pasamos horas y horas machacando ejercicios, saques, saltos y demás tiros, pero no ponemos suficiente atención en aprender a gestionar las emociones, los pensamientos y los fallos. Menos entrenar el brazo y más a quién lo dirige. Aquí tienes unos cuántos libros interesantes para ello.
— Espero que estas diez recomendaciones te sean útiles. Si te parecen interesantes, comparte el artículo con tus amigos billaristas 🙂
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