A Ko Pin Yi no hay quien le pare. No importa cuántos dry breaks haga o que toque jugar en campo rival, sabe ganar igualmente. Ayer logró en el York Hall de Londres un increíble triplete de mundiales en un mismo año, junto a su compañero Chang Yu Lung. Bola 10 en Filipinas en febrero, Bola 9 en Qatar hace 10 días y de nuevo Bola 9 pero por parejas ahora en Inglaterra, derrotando al anfitrión “B” en la final (10-8). Es de otro planeta. Son de otra planeta. Y hay que quitarse el sombrero ante su juego y, sobre todo, su actitud.
La victoria de los taiwaneses es, para mí, uno de los mejores momentos que nos habrá dejado esta Dafabet World Cup of Pool. Por cómo juegan a billar, por lo humildes que son y porque se merecían un título que en el último lustro habían acariciado varias veces. Nunca habían alcanzado una final pero fueron capaces de llegar a semis cuatro años seguidos (2010, 2011, 2012 y 2013). Ya les tocaba rematar la faena (Ko estuvo en todas las semis, menos la de 2012).
Chapeau por el equipo de Taiwán, pero también me hubiera encantado que ganara el otro equipo finalista, England B. Por su brutal campeonato (derrotaron a Suecia, Filipinas, Finlandia y Japón), porque Peach y Gray ya son perros viejos, porque ganar en casa hubiera sido fantástico para ellos y, cómo no, porque siempre está bien que un equipo “B” dé la campanada. Llegar a la final ya fue un súper resultado, hay que reconocer su enorme torneo.
Ojalá Matchroom organizara más de tres torneos de Pool al año, por que son únicos. Saben juntar todos los ingredientes mejor que nadie para que haya espectáculo, para que lo disfrutemos desde casa y para que los espectadores perciban este deporte como menos aburrido y algo más profesional de lo que en realidad es. Mi quito el sombrero también ante Matchroom por hacer posible competiciones como el World Pool Masters, la World Cup of Pool o la Mosconi en diciembre, y por ofrecer, esta vez, un streaming (Livesports) fiable y de calidad a buen precio, 5’99 euros.
Dos conclusiones positivas más antes de pasar a lo mejorable: las equipaciones de algunos equipos, diseñadas por Ultimate Team Gear (los mismos del World Pool Masters o la Mosconi Cup) eran increíbles; como increíble fue el show que montaba el equipo japonés cada vez que los presentaban o los entrevistaban. Hay que ser muy bueno para que esos lujos no te afecten en el juego y puedas llegar a semifinales como hicieron Naoyuki Oi y Toru Kuribayashi.
La World Cup of Pool 2015 ha dejado detalles muy positivos pero también algunos no tan buenos, como la derrota en primera ronda de equipos a priori favoritos como Alemania o USA. Fue una lástima también que el equipo español formado por Fran Sánchez y Paquito Díaz no pudiera imponerse a la República Checa en su primer enfrentamiento.
Jugar en una sola mesa tiene sus ventajas: el foco está puesto en un único partido, la retransmisión en directo es más rica, los jugadores disfrutan más (aunque pueden verse más presionados de lo normal). Pero también un inconveniente: que el campeonato se alarga mucho, tal vez demasiado. ¿Por qué no jugar en dos mesas hasta cuartos o semifinales, como se hace en el World Snooker Championship? Podría ser una mejor opción.
Lo que está claro que sí es mejorable es el nivelar correctamente las mesa (para que no haya desvíos como el que experimentó Karl Boyes en semis) o, sobre todo, la cuestión de las troneras. No es normal que en un campeonato del mundo, en el que compiten los mejores jugadores del planeta, acaben entrando bolas que tocaron la banda a un palmo de la tronera. ¿Verdad que en el mundial de fútbol o en el Eurobasket las porterías y los aros son igual de exigentes que en el resto de competiciones? Pues eso. Tomemos ejemplo del Snooker. Entonces sí serán definitivamente los mejores eventos de Pool del mundo.
Cuadrante de la World Cup of Pool con todos los resultados
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Foto de portada de JP Parmentier