Los jóvenes son el futuro. Sin ellos cualquier deporte acaba muriendo. Por eso resulta tan importante transmitir el conocimiento y los valores de esa práctica deportiva a las nuevas generaciones. No se trata simplemente de detectar talentos y fabricar nuevos jugadores de billar, sino de mostrarles que tan importante es el respeto, la disciplina, la constancia o el juego limpio como saber entrar bolas.
Lo saben bien en Holanda, donde el billar es un deporte importante y reconocido. Ejemplo de ello es la academia Poolscool, que desde 2011 ejerce de motor del Pool entre los más jóvenes. He hablado con una de sus creadoras, la jugadora Tamara Peeters-Rademakers, para que nos dé más detalles del proyecto del que deberíamos tomar ejemplo.
David: En Holanda hay una buena estructura billarística. ¿Por qué fue necesario crear la Poolscool?
Tamara: René Peeters (campeona europea), Melissa Rademakers (varias veces campeona en Holanda) y yo misma (varias veces campeona en Holanda y jugadora profesional en USA), queríamos transmitir nuestra pasión y nuestro conocimiento a la generación futura. Vimos que en Holanda cada año se reducía el número de jugadores de Pool jóvenes y en 2011 decidimos hacer algo. Por suerte funcionó muy bien. Todo el mundo está muy contento con el proyecto Poolscool y esto hace que otras personas se interesen por replicar el modelo. Ahora además de Poolscool, en Holanda hay otros dos grupos de niños. El Campeonato de Holanda Júnior que se celebrará el próximo año será de nuevo un gran evento.
D: ¿En qué consiste la academia y quién participa?
T: El proyecto Poolscool consiste en un grupo de entrenamiento semanal y sesiones individuales si así lo requieren los jugadores. Viajamos juntos a los torneos y asesoramos a los jugadores durante las competiciones. En estos momentos tenemos 15 jóvenes de edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. Cuánto más jóvenes son los niños, más fácil es enseñarles y guiarles hacia convertirse en grandes jugadores.
D: Poolscool está impulsado por jugadoras. ¿Cuántas jóvenes hay actualmente en el grupo?
T: A día de hoy tenemos cinco jóvenes jugadoras que están muy motivadas para llegar al máximo nivel. No hay muchas mujeres que jueguen al Pool en Holanda, por eso estamos contentas de tenerlas a ellas. De este modo el billar femenino sigue teniendo futuro.
D: Vuestro lema es: “Juego limpio, espíritu de equipo, trabajo duro y disfrutar en la mesa”. Esto es una escuela de Pool pero también de vida.
T: Así es, este es nuestro principal objetivo. Lo más importante es que los niños se lo pasan bien dentro y fuera de la mesa de billar y que aprendan estos valores. Si vemos a alguno de ellos jugar sucio, le dejamos claro que hacer eso está mal.
D: En Holanda tenéis muchos jugadores, buenas competiciones y una federación que da apoyo e incluso subvenciona a los campeones. Estos factores han sido esenciales para el desarrollo de Poolscool?
T: No, lo hemos hecho por nuestra cuenta. Tenemos nuestra propia competición (Europoolleague) dónde los niños juegan también por equipos. La federación de billar holandesa está contenta con el trabajo que realizamos en Poolscool pero no nos han ofrecido nada. Esta es la razón por la que estamos muy agradecidos a los patrocinadores.
D: Qué hace falta para implantar vuestro modelo en otros países?
T: Requiere primero entrenadores con mucha dedicación. Lleva mucho tiempo preparar un grupo de entrenamiento y necesitas tener un grupo inicial. Nosotras empezamos buscando talentos en torneos y entrenando a nuestros hijos. Cuando ya tienes a los primeros niños y trabajan bien juntos, es momento de hacer una buena promoción para que otros jóvenes acudan automáticamente. Luego necesitas una buena sala y negociar mesas abiertas para las horas de entreno. En nuestro caso, entrenamos en el Poolcafe The Hustler y ellos, además de dejar las mesas abiertas en las sesiones de entreno, dejan jugar a los niños gratis en cualquier momento.
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Está claro: quien tiene los jóvenes tiene el futuro. Y en Holanda (o en Polonia, Alemania o Rúsia) han hecho bien los deberes gracias a proyectos tan interesantes como Poolscool. Deberíamos tomar ejemplo de ellos si no queremos quedarnos más pronto que tarde sin billar. La cuestión es si estamos a tiempo.
Imágenes de Poolscool.