Hace justo un año que pisé el Crucible por primera vez para ver el Campeonato del Mundo de Snooker.Estuve dos días y solo vi en directo una sesión de las semifinales, pero fue la experiencia billarística más mágica que he vivido nunca. Y este año, que toca verlo en pantalla, lógicamente uno siente nostalgia.
Por qué es tan especial el Crucible
El Crucible de Sheffield es un teatro pequeño en dimensiones (980 espectadores) pero grandioso en esencia. Cuando se apagan las luces y solo queda iluminado el rectángulo verde, es mágico. Tengo grabado en la memoria el recorrido que hacen los jugadores por el famoso pasillo antes de entrar al ruedo. Para situarnos en la zona de prensa (8 asientos reservados en primera fila, a escasos metros de la mesa), Marc Codina y yo hicimos el pasillo, lo cuál nos disparó las pulsaciones. Por ahí han pasado desde 1977 un montón de leyendas de este deporte. Y hablando de leyendas, también recuerdo que la primera vez que entramos al Teatro y nos llevaron a la sala de prensa, nos cruzamos ya, de entrada, con Steve Davis y John Parrot. Son personas normales, pero estás acostumbrado a verlas en situaciones épicas y los tienes tan idealizados, que es imposible no quedarte embabado cuando pasas por ahí.
Una obra de teatro mágica
Cada año desde hace 39, en el Crucible se representa por estas fechas una obra de Teatro mágica llamada Snooker. Son en total 31 funciones. La definitiva es la final, que se alarga dos días y se reparte en cuatro actos (sesiones). No hay guión, lo escriben los propios personajes a medida que avanza la acción. Protagonistas elegantes, que visten con traje y pajarita, como el gran Shaun Muprhy. Es una obra mágica y mediática, pues mueve mucho dinero. La siguen millones de personas en todo el mundo a través de la BBC, Eurosport y demás canales. Cada temporada solo 32 elegidos tienen el privilegio de representarla y uno, el que alza la copa de campeón y las 300.000 libras, de entrar en la historia de este deporte. Lectura relacionada: Lo que las cámaras no muestran de un partido de Snooker
4 detalles curiosos
1. La espera de los billartistas
Hubo en el pasado World Championship al menos cuatro detalles interesantes que me gustaría recordar. Uno es la espera de los billaristas antes de que sean presentados y entren al arena. Súper concentrados, cada uno con su particular rutina, esperan el momento de pie, taco en mano. Los rodean varias personas de la organización y periodistas, pero nadie dice nada. De repente se oyen aplausos y el billarista hace el pasillo. Pura adrenalina.
2. El mini billar
En la sala de prensa había un mini billar con el que todos los periodistas desconectaban cada cierto tiempo. Fui muy divertido ver algunos duelos entre jugadores profesionales y los comunicadores.
3. El showman de Rob Walker
Tenía curiosidad para ver la actitud del speaker Rob Walker fuera de cámara, y resulta que es un showman vaya donde vaya.
4. La desolación de Ronnie
A Ronnie no lo pudimos ver en acción pero sí presenciamos en directo la rueda de prensa que dio nada más perder en cuartos de final contra Stuart Bingham. Nunca lo había visto tan pálido y desolado. Apenas no le salía la voz. Tras el Cohete se esconde una persona, un ser humano que tiene todos los focos puestos en él, especialmente en este torneo. Por eso cuando pierde es una catástrofe para él y para el entorno. Una desolación.
Y hasta aquí el post nostálgico de hoy. Paro porque sino voy a llorar de la emoción 🙂 Algún día volveré al Crucible mágico (antes de que trasladen el Mundial a China) para contaros en directo las hazañas. PD1: Ya están en marcha las semifinales del torneo. Alan McManus vs Ding Junui y Marco Fu vs Marc Selby. La final empieza el domingo. Síguelo en snooker.org y en Spain Pro Snooker. PD2: Si alguien quiere comprar entradas para la final del Campeonato del Mundo del 2017, que esté atento porque salen a la venta el lunes 2 de mayo a las 9am hora inglesa y se agotan en horas!