Podría haber sido su peor fin de semana como billarista, pero Héctor Iván Luna (1980, Avilés) lo supo transformar en el más soñado. El asturiano se ha curtido en mil batallas pero hasta la fecha no había logrado una gesta de tal calibre. Ganar una Copa España ya son palabras mayores. Y el de Avilés escogió el mejor día para inscribir su nombre en la historia de este torneo. El día que Teledeporte descubrió que existimos y nos regaló 40 segundos.
¿Por qué podría haber sido un desastre de torneo?
Porque en primera ronda Jonás Souto me remontó un 5-2 y acabé perdiendo 5-8. El chaval juega muy bien, pero considero que debería haberlo ganado. Se me fue la cabeza y esa derrota me afectó mucho.
¿Qué hiciste para recuperarte?
Después del palo me marché al hotel e intenté combatir los pensamientos negativos. Llamé a mi mujer y me puse a reflexionar. De algún modo tenía que evadirme, así que me imaginé que era un día normal, como si estuviera en Asturias. “Tengo otra oportunidad, si juego como sé todo irá bien”, pensé.
Y a partir de entonces todo fue bien.
El segundo enfrentamiento salió redondo, gané 7-1 a Julen Armentia. A partir de ahí me sentí más cómodo y confiado. La clave fue pasar de cuartos, la ronda que siempre se me había atragantado. Una vez en semifinales me quité un gran peso de encima.
En la final tuviste que derrotar al rival más exigente: David Alcaide.
La semifinal contra Manu Montejo ya fue dura, se decidió en las dos últimas bolas. Sentí una alegría inmensa al verme en la final. Pero francamente había visto el juego de David en las semifinales y mi cabeza ya se conformaba. Sin embargo, conseguí apartar los nervios y arrancar muy bien la final. Sabía que tenía que aprovechar todas las oportunidades. Apenas fallé una bola en todo el set y eso me dio el partido.
Teledeporte dejó constancia de tu logro.
Fue una sorpresa para todos que el canal deportivo estuviera presente en el Balabushka de Salamanca. De hecho, no sabía que era Teledeporte, lo descubrí cuando fui a preguntar al cámara si era de algún medio local (risas). Nos dedicaron apenas 40 segundos, pero fuimos menos invisibles. Hay que seguir luchando.
Posted by Acbillar Rafa B on Martes, 2 de febrero de 2016
Siempre has sido deportista. ¿Por qué el billar te llena más que cualquier otro deporte?
He hecho fútbol, atletismo, judo, snowboard y otros deportes físicos. Pero una lesión de tobillo me impidió seguir con ellos y me empecé a aficionar a deportes más psicológicos como el ajedrez. El billar lo descubrí a los 19 años con los amigos y desde entonces me ha fascinado: es un juego muy estratégico y psicológico, debes meterte en la cabeza del contrario.
¿Quien fue tu maestro?
No tuve. Fui muy autodidacta. Salía de casa a las 10 de la mañana y me pasaba el día viendo el torneo en la sala de billar. Luego ponía en práctica lo que veía y la verdad es que aprendí muy rápido.
¿Cuando empiezas a competir?
Primero competí en ligas locales y después di el salto participando en el ranking asturiano organizado por Expósito, allá por el 2001. Tengo un buen recuerdo de esa época porque me clasifiqué para jugar el mundial de la BCA en Las Vegas y varias pruebas de Eurotour. Ahí me di cuenta que yo no estaba jugando al billar, yo metía bolas. Es otro nivel.
También creciste con Masterpool.
Sí, desde 2007 participé en el circuito nacional Masterpool. Era una gran novedad para mí porque había jugado muy poco en mesas de 9 pies. Aún así me adapté bien y la primera temporada subí a categoría Master.
En Galicia y Asturias están muy arraigadas las mesas de siete pies ¿Cuál es tu preferencia?
Me gustan mucho más las mesas grandes y de cada vez más aparto las de 7 pies. Mis batallas son contra los billares pequeños porque creo que nos limitan. Jugando perfecto en mesa pequeña, todavía puedes perder. Soy de los que piensa que un buen jugador de 9 pies será bueno en 7. Pero al revés no.
¿Cuál crees que es el fallo más grande que cometen muchos billaristas?
Preocuparse por “el qué dirán” si pierdo. Nos presionamos a nosotros mismos por el miedo a perder o a fallar. Eso sólo se cura con la madurez. Por eso diría que el billarista alcanza su mejor momento de forma entre los 30 y 40 años, cuando tiene cierta estabilidad. En ese momento me encuentro yo ahora.
¿En el billar existe la suerte?
No considero que haya suerte en el billar. Es un concepto muy frágil. Sí creo en las rachas, positivas y negativas, tengas el nivel que tengas. En ciertos momentos estás muy bien y luego decaes. Lo importante es mantenerte frío cuando te viene la racha negativa y alargar lo máximo la positiva.
¿Cómo definirías tu juego?
Soy muy competitivo y estratega, me gusta analizar bien el rival, descifrar qué está pensando en cada momento y atacar sus puntos débiles. A algunos billaristas no les parece bien pero creo que es muy importante saber pedir un tiempo muerto cuando toca. Hay que jugar también con el tema psicológico. Pero eso sí, sin dejar de ser un caballero en la mesa y elogiar la victoria del rival aunque te duela.
¿Dónde y cómo entrenas?
Entreno en el Club de billar Snooker de Oviedo y suelo dedicar la mayor parte del tiempo a hacer ejercicios en solitario y saques. A veces también hacemos algún set con Pablo Lagar, pero coincidimos poco. En los torneos procuro calentar siempre de la misma manera y tirar bolas fáciles para coger confianza. Un truco que me va bien es calentar con auriculares, pero sin escuchar música porque me gusta sentir el sonido del taco. Así me concentro y me aíslo sin que la gente me interrumpa.
Después de la gran victoria en la Copa España, ¿qué objetivos te marcas esta temporada?
Para esta temporada tengo previsto participar en los torneos nacionales más importantes y también en todos los Eurotours. En diciembre ya estuve en Treviso y este mes volveré a ir, aunque antes está el II Trofeo Ciudad de Zaragoza.
¿Te has planteado dedicarte profesionalmente al billar?
En España es prácticamente imposible. Me encanta este deporte pero me lo tengo que tomar como hobie y seguir trabajando como autónomo. Aquí hay muy pocas oportunidades para los billaristas, por eso creo que gente con enorme potencial como David Alcaide, Fran Sánchez o Paquito Díaz deberían mudarse a Estados Unidos si quieren vivir bien del billar.
¿Qué te parece el reparto de premios actual en las Copas de España?
Me parece francamente acertado. Antes había mucha diferencia de premio entre el campeón y el noveno. Ahora está todo muy igualado y hay poca diferencia entre el primero (400 aprox.), el cuarto (300) y el noveno (200). Luchas realmente por el deporte y no por el dinero. Es importante que así sea cuando es una competición federativa.
¿Cuál crees que es el modelo a seguir en la gestión del pool a nivel federativo?
Sin duda, el que se está impulsando desde la Federación de Castilla y León. Paco Bustos está haciendo un gran trabajo para promocionar el pool y otras comunidades deberían seguir el ejemplo. En Asturias la federación se involucra muy poco con el billar americano, por eso predominan las competiciones privadas.
Juego con…
Un Predator serie única que conseguí hace 15 años y flecha 314 2. Me gusta cuidar el material así que sigue impecable. Tal vez me cambio a Mezz pero no lo voy a vender en la vida. Para sacar utilizo un Longoni de tres piezas.